Desde Punto de Vista se saluda a Ermanno Olmi con una retrospectiva de su obra.
Como público estoy encantada con la oportunidad que me dan de conocer, tan al alcance de la mano, a otro prodigio del cine. Pero después de ver los Cortometrajes Ermanno Olmi (1954-1958) sé que no es suficiente para hacerme una idea de lo que está por venir. No es de extrañar, seguro que más de uno ya ha alucinado con lo presentado, media docena de cortos publicitarios, bajo el nombre industriales, se pasan en pantalla para empezar a conocer al director italiano. Desconozco el criterio seguido para presentar esta sección, tal vez sea ese tan sencillo de empezar por el principio, pero lo único que se saca en claro después de hora y media es que te encuentras ante la obra de alguien con unas ganas imparables de hacer cine.
¿Por qué lo digo? Como aspirante a cineasta me deprimo al descubrir la paciencia que hay que tener para salir adelante. Me imagino a Ermanno Olmi trabajando para una empresa de construcción, con un contrato y fondos para hacer cine, frotándose las manos con la oportunidad que le brindan, una cámara y tiempo para desarrollar sus ideas, el contrapunto, un tema fijo, dejar bien a EdisonVolta.
A partir de ahí le imagino rompiéndose la cabeza por no repetir historias. ¿Cómo hacer siete cortos distintos sobre la construcción de presas? Es un intento loable, sin duda. Descubrimos sus ansias de llegar alto al escuchar la banda sonora, propia de las grandes historias épicas. Y su forma de narrar, engrandecida, incluso inflada, le delata. ¡Qué ganas de tocar el cielo! Destila amor: por su tierra, por la naturaleza, por la fortaleza del hombre y por los prodigios de la mente humana, pero todo ello bajo las instrucciones de Edison Volta es sospechoso. Me recuerda un poco a un video que una vez vi sobre las benevolencias de la energía nuclear.
La excepción, Grigio. Diez minutos de demostración de cómo sacar brillo a la cámara. Diez minutos de extrema expresividad visual. Un atisbo de lo que queda por ver.
¡Las ganas que tengo de encontrarme con un Olmi libre de ataduras! La oportunidad ya la tenemos. Il tempo si è fermato se pasará el miércoles. Centochiodi mañana lunes, y mucho más. Me podéis ir contando qué os parece mientras tanto.
Beatriz Herzog.
Como público estoy encantada con la oportunidad que me dan de conocer, tan al alcance de la mano, a otro prodigio del cine. Pero después de ver los Cortometrajes Ermanno Olmi (1954-1958) sé que no es suficiente para hacerme una idea de lo que está por venir. No es de extrañar, seguro que más de uno ya ha alucinado con lo presentado, media docena de cortos publicitarios, bajo el nombre industriales, se pasan en pantalla para empezar a conocer al director italiano. Desconozco el criterio seguido para presentar esta sección, tal vez sea ese tan sencillo de empezar por el principio, pero lo único que se saca en claro después de hora y media es que te encuentras ante la obra de alguien con unas ganas imparables de hacer cine.
¿Por qué lo digo? Como aspirante a cineasta me deprimo al descubrir la paciencia que hay que tener para salir adelante. Me imagino a Ermanno Olmi trabajando para una empresa de construcción, con un contrato y fondos para hacer cine, frotándose las manos con la oportunidad que le brindan, una cámara y tiempo para desarrollar sus ideas, el contrapunto, un tema fijo, dejar bien a EdisonVolta.
A partir de ahí le imagino rompiéndose la cabeza por no repetir historias. ¿Cómo hacer siete cortos distintos sobre la construcción de presas? Es un intento loable, sin duda. Descubrimos sus ansias de llegar alto al escuchar la banda sonora, propia de las grandes historias épicas. Y su forma de narrar, engrandecida, incluso inflada, le delata. ¡Qué ganas de tocar el cielo! Destila amor: por su tierra, por la naturaleza, por la fortaleza del hombre y por los prodigios de la mente humana, pero todo ello bajo las instrucciones de Edison Volta es sospechoso. Me recuerda un poco a un video que una vez vi sobre las benevolencias de la energía nuclear.
La excepción, Grigio. Diez minutos de demostración de cómo sacar brillo a la cámara. Diez minutos de extrema expresividad visual. Un atisbo de lo que queda por ver.
¡Las ganas que tengo de encontrarme con un Olmi libre de ataduras! La oportunidad ya la tenemos. Il tempo si è fermato se pasará el miércoles. Centochiodi mañana lunes, y mucho más. Me podéis ir contando qué os parece mientras tanto.
Beatriz Herzog.
3 comentarios:
Il tempo si è fermato es preciosa. No te la pierdas. La vi el sábado. Ayer vi los documentales y, claro, al final aburren un poco por repetitivos. Pero hay que verlos para comprender al autor y, además, como dices, porque en seguida la pantalla nos demuestra que Olmi sabe qué hacer con la cámara. A veces hay que aguntar, por ejemplo, en la Edison Volta -y aprender antes- para llegar a hacer algo grande, y eso pasa con todo. Que conste que mis comentarios son de mera espectadora
Muchas gracias por el consejo. Il tempo si è fermeto está entre mis seleccionadas, y la vuelven a pasar el miércoles, así que no me la perderé!
Escribiré al respecto y espero que volvamos a coincidir, y que me encante también.
Muchas gracias Olaia!
No estoy del todo de acuerdo con Beatriz. Efectivamente los cortos de Olmi para la Edison Volta son trabajos de encargo, pero no hay que olvidar que el mismo fue el encargado de montar el departamento de cine de la empresa y de dirigirlo durante varios años. Por otro lado, los cortos son, desde mi punto de vista, un prodigio de construcción narrativa: el modo en que articula el montaje sobre las miradas de los personajes; el talento para edificar narraciones (narraciones clásicas como pequeños westerns de montaña)a partir de hechos puntuales; el respeto por el trabajo del hombre y su relación con la naturaleza... Creo que hay mucho cine en sus primeros cortos.
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