Hace aproximadamente un mes, hablábamos de conexiones secretas entre Civican y el auditorio Kodak Theatre de Los Ángeles. Hoy, cuando hemos abierto las puertas de nuestra sede oficial, quedaban todavía en el suelo restos de una fiesta ajena y lejana. Vasos rotos, confeti, alguna corbata y zapatos de tacón perdidos. El guarda de seguridad no ha visto a nadie, pero las cámaras han registrado extraños movimientos, y hay quien dice que Martin Scorsese ha descansado en nuestros sofás. Quizás, el Oscar que se ha llevado a casa The blood of Yingzhou district ha pasado por aquí. Nadie sabe nada de Penélope Cruz.
lunes, 26 de febrero de 2007
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