jueves, 1 de febrero de 2007

Teorías inconclusas en torno a "Forever"


Llevo días encallada en un pensamiento desencadenante de nada: cuando no tenía ni 10 años me llevaron a un cementerio de San Petersburgo sólo porque allí estaban enterrados Tchaikovsky, Glinka y compañía. Rastreamos un poco entre montones de nombres, nos sacamos unas fotos y volvimos al circuito de la ciudad.
La otra vía de pensamiento (que era la que tenía algún sentido puntovistil), unía ese flash del pasado con Forever, película a concurso en Punto de Vista que muestra a visitantes del cementerio Père-Lachaise de París. Allí están enterrados George Méliès, María Callas, Jim Morrison o Marcel Proust.
De la convergencia de las dos vías se deshilachan islotes como "turismo de cementerio", "pero esta gente, ¿qué busca?" o la "teoría de la epifanía por roce". Sobre todo, las dudas sobre qué puede llevar a alguien a plantarse delante de una lápida con la que no comparte apellido o con la que ni siquiera compartió tiempo. A falta de algo concluyente, invito a que alguien desarrolle la teoría de la epifanía por roce, que asomó una cabeza con muy buena pinta pero luego se desvaneció.
Sin que tenga nada que ver con lo anterior: hace unas 12 horas había ya 67 personas inscritas en la masterclass de Alan Berliner. Y queda casi un mes.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Y la teoría de la "concentración de energía"? La vaya añadiendo! Es increíble la cantidad de Cortázar que se respira en el Pont des Arts (puede que incluso más que en Montparnasse, pero cada uno elige el punto de peregrinación a su gusto).

Masterclass!

Anónimo dijo...

Por cierto, ojalá se emitiera en Punto de Vista el maravilloso documental de 1908 "Alegres Microbios". Joyeux, joyeux microbes!

A propósito de dijo...

La teoría de la concentración de energía no es más que un embrioncillo. Como todas.
Respecto a los microbios, creo que no encaja en 17 de las cláusulas de las bases del festival.

Anónimo dijo...

desde la teoría de los ascensores de tiempo que aparece en algún lugar que ahora no me apetece citar yo no estaría muy segura de con quién he compartido tiempo y con quién no. quizás no han compartido tiempo por tu tiempo, o por el tiempo de un reloj con su minutero minucioso, pero hay otro tiempo que es como una colección de matriushkas elásticas. y ese puede compartirse aunque crevel en 1927 y yo en 2007.

A propósito de dijo...

Gracias por la colaboración, colbert. Me gusta.